en lejos

En lejos he estado enfermo.
En lejos he podido pedir a un amigo que me reserve medicamentos para 3 meses y mi nuevo médico, el cual no me ha visto aún, se los ha dado. Tres cajitas, si señor.
En lejos ese médico le ha pedido a mi amigo que en cuanto pueda yo le llame. Me he quedado asombrado acostumbrado a la amabilidad del de madrid. Para mi sorpresa he tenido otro virus. Uno sin importancia de los que no se quedan pero que joden igual.
En lejos he podido “molestar” a mi médico hasta tres veces sin que su tono de voz fuera un reproche, un noeseldíadetucitaquéhacesllamándome. Incluso, como él no se podía poner en el momento me ha llamado las tres veces a mi.

Por eso no vivo en madrid...
por eso. Para estar lejos.

recogiendo mis pastillas

agacharme frente a un extraño y abrir mi maleta, sacar mis pastillas y mirarlo y decirle, mierda.
mierda? - se extraña- yo, paso.
no me acostumbro a pensar que para muchos de nosotros estas pastillas no nos hacen pensar y que en el fondo seguimos en nuestra huída hacia adelante.
corre, corre, corre.

san jorge y el dragón

siempre me tuvo prendado este mito. dragones medievales que no existieron dejan tras de sí un conjunto de sucesos inexplicables. con la edad uno lee y se informa y resulta que san jorge simboliza el cristianismo y el dragón a los infieles o al mal

al final de mi calle hay un san jorge que soy yo y que clava la espada en lo más hondo del corazón a un virus gigantesco que al final controla y vence.

el sueño propio

siempre pensé que esta película iba de lo femenino y lo masculino, de los roles del macho y la hembra sociales. en esta noche de chimenea y mucho frío pienso en lo frustrante y doloroso que es perseguir el sueño propio, ese que te dicen de pequeño que tienes que correr tras él, la estrella fugaz que al final cae o desaparece.

climate change

yes,

we can...

change

caso nº 1

estaban frente al televisor, los dos. uno sentado en el sofá y el otro, de rodillas detrás de él, apoyado en la espalda de primero, tal y como habían estado en la cama unas horas antes. follando en la misma posición. primero fumaba y rozaba con su pearcing en la lengua el dedo índice de segundo. segundo besaba el cuello de primero e imaginaba que estaba en otra ciudad, con otra persona que lo amara. pero no, estaba allí frente al televisor con un extraño gigantesco del que una semana más tarde o minutos quizá, no recordaría ni la inicial de su nombre.
mientras comentaban el culebrón de turno segundo le pidió a primero que le alcanzara el vaso de agua de la mesita. mientras primero lo hacía y besaba la mano de segundo, éste aprovechaba para sacar sus pastillas de viramune y kivexa del bolsillo del vaquero.
metió las pastillas en su boca y besó a primero que ignorando la acción se encontraba perdido en el ensueño del polvo recién echado.
le devolvió a la realidad el trago de agua en la garganta que escuchó directamente apuntando a su cuello.