jueves, 28 de enero de 2010

la presencia

aquí en lejos hace frío y nieva mucho. en lejos dirección norte la nieve llegó hace ya unos meses.
en mis historias de soledades, en los comentarios que me hacen algunas personas, intento comprenderlos, asumirlos y ver que sí, que tienen razón, que me regodeo en mi propia mierda sin parar y que sigo como siempre sin poder superarlo. estoy a punto de cumplir lo que creo tres años de mi infección.
cuando miro desde mi ventana y veo la torre de la iglesia y los tejados nevados noto que suelo mirar hacia la ventana algo más de la cuenta. es usual que mire el paisaje pero tanto?
pues sí, creo que sé lo que pasa, la nieve refleja la luz de la luna, de las farolas, de la noche inundando el cielo de un gris blanquecino que no recordaba haberme percatado antes.
cuando pienso en la de veces que he escuchado que la nieve llega nunca pensé en tomármela como una compañera sino como la agresiva lapa que se junta con el frío para aguarnos a todos la fiesta.
la nieve me hace compañía. otros ponen la tele alta para no sentirse solos. a mí me llama la nieve desde la calle para decirme que está ahí y que no se marchará hasta que la primavera se digne a acompañarme

domingo, 24 de enero de 2010

lo mismo

las historias que se repiten, las mismas decepciones que todos tenemos y perseguimos. no son tuyas ni mías son nuestras. también nuestras alegrías, no todo son penas.
no hay nada nuevo bajo el sol y tampoco bajo las nubes... cuando está nublado

lunes, 11 de enero de 2010

el romanticismo a los cuarenta...

... no es lo mismo que que a los veinte. el corazón pisoteado sangra menos, conoce la herida y el mecanismo, la intensidad del impacto y la duración del mismo. conoce los remedios, prepara de antemano los ungüentos, los caminos y vaga, no digo vaga, levita sobre esa capa de daño rozándola con los deditos ya torpes

viernes, 8 de enero de 2010

desear una mentira

no te he deseado feliz navidad porque no creo en todo este tipo de fiestas cristianas. Ni siquiera feliz año porque ya, la felicidad, me parece un deseo tan inalcanzable, tan utópico y tan doloroso que me frustra el mero hecho de desearlo no para mí, sino para los demás por lo irreal y lo vacío.
es como desear una mentira

jueves, 7 de enero de 2010

te viene grande

No sé, igual es demasiado para ti. Si le ves tan perfecto, tan estupendo y tan todo, igual te viene grande. Sí, ya sabes, como un zapato que te gusta. Lo ves en el escaparate, entras en la tienda y zas, te lo compras.
y no te das cuenta, pero te viene grande

miércoles, 6 de enero de 2010

las botas grandes

Y lo cierto es que me gustaron en cuantola vi. Duras, recias, de buen color, fuertes, masculinas con hebilla. Me las probé con calcetín gordo, bien grueso de invierno de nieves y pensé que me venían como anillo al dedo. Justaas, impecables. Eso de cuando ves que un zapato te queda bien... ¡y te queda! No cualquier tontería sino que te queda. Justo el tuyo.


Pero al cabo de los días noto que me holgan, que me bailan, que se despegan. Noto que se retiran lentamente en una dirección, la que sea, opuesta a la mía. Mis botas me están grandes, me vienen grandes. Yo las miro desde arriba como pidiéndoles por favor que encojan, que se ajusten a mí, que pierdan algo de su grandeza para que vivamos juntos muchos caminos, muchas experiencias.
Pero no, ni me miran