Fui a ver Hamlet en Matadero. Tenía muchas ganas de ver a Blanca Portillo y la dirección de Tomaz Pandur, aunque no tanto al resto. Y digo resto porque son estos dos y sólo estos dos quienes dan sentido a la obra y hace que al salir del teatro te vayas no contento, sino entusiasmado.
Cuando llegamos vimos que estaba lleno hasta los topes. Joder, 22 eurazos de entrada y esto que está que no se cabe. Y claro, al ver el reparto empezamos a entender: Hugo Silva, Quim Gutiérrez (que no estuvo tan mal, la verdad), Susi Sánchez, Manuel Morón (muy decente su papel), Asier Etxeandia (este me moló), Nur Al Levi (la hija de la actriz y directora Cristina Rota que fue mala no, lo siguiente, tanto como Huguito) Félix Gómez y Manuel Moya.
Había tanto tío bueno, esa escena casi al comienzo todos desnudos ya se te va el sentido al cielo. Eso sí en cuanto empiezan a actuar… te quedas frío, sin aliento de lo mal que actúan. No he visto peores actores desde que fui al cine a ver la cinta de Amenabar, TESIS.
La puesta en escena, aunque a veces se pasa de tanta referencia a Magritte, Delvaux y demás surrealistas, me gustó mucho haciendo que el espectador tuviera que currarse su parte. Me jodió un poco no ver a Ofelia retratada como en los cuadros de Sir John Everett Millais
Pero no fue tan dramático ya que el recurso de ponerla en ese balancín moló mucho.
David Delfín también hizo de las suyas con un vestuario que a mi me pareció estar en el INTO THE TANK o una fiesta con mucho fist, pero no llegó a parecer inadecuado o sobrar, estaba muy acorde con el ambiente de ciénaga que rodean tanto al escenario como al alma humana.