sus manos me rozaron despertándome de nuevo, esta vez estaba decidido. tomó mi sexo en sus manos y lo intrudujo en su cuerpo. cuando me desperté y tomé conciencia de lo que estaba pasando, lo empujé y le dije que cogiera un preservativo.
ya lo habíamos hecho una vez pero no le había bastado, el doctor quería probarlo de nuevo, esta vez al natural.
yo por mi parte cada vez puedo menos con toda esa carga moral que me hace pedirle que pare, que no se suicide, no sé si algún día me convertiré en la mano amiga... que te empuja.