coche de caballos

sentados en la parte trasera de un descapotable negro. una manta azul quitándonos el frío del cuerpo. las capuchas puestas. delante, dos hombres guapos conduciendo, la música de adele sonando a toda leche. el poco sol de otoño que nos quedaba resbalándose por nuestras sonrisas. las manos debajo de la manta acariciándose. una mirada de reojo. un chiste mal escuchado. alzar la cara al cielo y a las copas de los árboles... amarillas.
pensé en el parque de maría luisa, o en cualquier parque famoso, o en una calle de Viena o de Budapest. nieve y un coche de caballos. un beso. ese romanticismo olvidado.

nunca pensé que pasearía en coche de caballos por una ciudad y mira por donde fueron muchos muchos los caballos.

el tiempo quieto

a veces el tiempo se para y queremos que avance, que sucedan cosas, que ocurra lo que tarda en llegar y que esperamos con tanta ansia su llegada.

a veces nos paramos nosotros como una vieja broma para verlo pasar

Sé - mi - luz

puede que la pistola estuviera apuntándolo a él

¿somos seres racionales o irracionales? ¿es ser irracionales nuestro estado natural y lo racional nos obliaga a ignorarlo? ¿elegimos ser irracionales con lo cual existe algo de voluntad en todo ello?

cuando alguien no hace algo mueve pieza, el que calla otorga y el problema es cuando los participantes de este juego para dos son más de ese número con forma de pato. en un grupo de amigos no hacer es actuar de forma retorcida.

quien actúa, mueve pieza e indica una dirección, lo hace a tiro cierto.
quien no hace nada, también mueve pieza, solo que ni él mismo sabe hacia dónde ha lanzado su tiro.
puede que la pistola estuviera apuntándolo a él

camas de hotel

¿cuánto de verdad y de mentira hay en una cama de hotel? ¿cuánto se lleva el lavado de sus sábanas y qué resto queda? ¿qué porción de olor, de persona, de enestemomentomesientoymirotuespalda? ¿podemos usarlas de oráculo o nos contarán mil mentiras falsas?

últimamente he visitado algunos hoteles y el número de camas en las que he dormido este mes no puedo no contarlas.

septiembre es mes de cambios y comienzos.
mi espalda y mi cuello se resienten.

Septiembre

Septiembre entra dulce como siempre, con nervios y muchos cambios haciendo de nuevo de la vida algo excitante

adolescentes con experiencia

mi sobrina ha hecho una trastada. lo hacen todas las adolescentes. le he explicado durante más de una hora que lo que hago no es echarle una bronca sino simplemente ofrecerle soluciones para que ella las tome. he estado sereno y no he levantado la voz. le he explicado que si necesita algo, tenemos que estar seguros todos de que va a recurrir a su familia. lo poco que ha dejado salir de su boca han sido unas palabras poco satisfactorias... en un principio.

"me daba vergüenza contarlo, tito, y he pensado que sería mejor aguantar y que ya se arreglaría todo."

su vanalidad me golpeó profundamente cuando viendo la cara de mi hermana a su lado, pensé que eran las mismas palabras que saldrán meses más tarde, años quizás, de entre mis barbas blancas.

me daba vergüenza contarlo, hermana, y pensé que sería mejor aguantar, que todo se arreglaría.