Dando vueltas por el centro de madrid el día de reyes me encontré de manera improvisada con una felicitación que me alegró la mañana.
No me gusta nada felicitar las navidades, me empeño en explicarle a mi familia que esos son valores católicos, o bien cristianos que yo no comparto. Me gusta felicitar el año y desear lo mejor del mundo para todos en los próximos 365 días que están por llegar.
La navidad es una época triste para mí y con los años y ahora con mi seropositividad se ha vuelto más y más apesadumbrada. Los míos no me lo notan pero realmente es un esfuerzo titánico.
Llamado por un rojo precioso me dediqué a contar papelitos rojos y a leer las cantidades en ellos escritas. Veía el árbol y no el bosque. En una peli gay (latter days) muy petarda que he visto últimamente, donde un mormón se pasa a nuestra ancha acera y se queda con la megamarica D&G, decía el religioso que la vida no es más que la siguiente parábola. Uno está tumbado con la cabeza sobre una revista o un cartel. Sólo ve píxeles o puntos y nada parece tener sentido. Es necesario distanciarse para ver que todo está relacionado y en su conjunto tiene una esencia, una sabiduria. Al alejarme de la pared que seguí con mis dedos como hacía la protagonista de la plaza del diamante, vi las letras y todo empezaba a transformarse. Los puntos rojos transmitieron su mensaje y la ciudad me felicitaba. Fue la primera vez que sentía alegría al ser felicitado por navidades.
Al rato pasé por una pastelería en busca de algo dulce que me matara el gusanillo. La dependienta muy amable me ofreció roscón de reyes que acepté de inmediato. Al llevármelo a la boca pensé que no había comido muchos roscones en mi vida y de pronto mordí algo. Si señores, y señoras. Lo que veis en la foto es el ser que habitaba en el roscón. Necesito ayuda de verdad porque es de psicólogo. No sé es, es un davidelgnomo haciendo yoga o qué? Me divirtió ganar dos cosas buenas en ese día aunque al morder recordé que pronto debía ir al dentista y tendría que enfrentarme de nuevo al hecho de decirle a un doctor personal sanitario que soy seropositivo y que tuviera cuidado. No sé si mi dentista me tratará o me rechazará, veremos la política que sigue este sitio. Ya os contaré. Lo que me queda es que fue un día muy feliz.
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