
Me acuesto semivestido. Me deshago de los zapatos. Logro quitarme el pantalón junto con los calcetines y los calzoncillos pero luego la pereza no me deja desnudarme del todo...
Estas náuseas y los grados de más, la piel de mis manos seca, los ojos llorosos me inmovilizan boca abajo en una postura incómoda.