Me acuesto semivestido. Me deshago de los zapatos. Logro quitarme el pantalón junto con los calcetines y los calzoncillos pero luego la pereza no me deja desnudarme del todo...
Estas náuseas y los grados de más, la piel de mis manos seca, los ojos llorosos me inmovilizan boca abajo en una postura incómoda.
3 comentarios:
Enhorabuena por tu espacio. Bienvenido! te deseo toda la suerte del mundo. Ya me pasaré por aquí a visitarte de vez en cuando. besinos!
gracias manolillo
me está costando pero allá voy.
recuerda que los osos son especie protegida y muy pero que muy querida.
y todo se hace tan pesado que un movimiento más se convierte en martilleo de alfileres sobre el cuerpo...y uno trata reposar con ese cuerpo que se le hace ajeno y que ve desde la otra punta de la habitación en esa postura picasiana...y, recostado en esa mínima celda cubierta de sábanas enredadas, los minutos suenan como horas hasta que el sueño se deshace de ti y de tus pensamientos, culpándote del insomnio...
(pd:encantado de venir a visitarte, feliz blog)
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